La AMORC

En el artículo de la investigadora y crítica de arte Raquel Tibol: “¡Apareció la serpiente! Diego Rivera y los Rosacruces” publicado el 9 de abril de 1990 en la revista Proceso, dio a conocer una pintura que Diego Rivera hizo para la Sociedad Rosacruz Quetzalcóatl: La serpiente emplumada. La cual se encuentra sin firma ni fecha, que al centro de la misma se distingue una imponente serpiente enroscada en forma triangular, rodeada de elementos de interpretación esotéricos:

“Para convertir la serpiente emplumada en emblema rosacruz —escribe Tibol—, Rivera construyó la cabeza a manera de una gran rosa abierta, en cuyo centro se encuentran las fauces del animal. A ambos lados de la parte superior colocó dos triángulos equiláteros, y al centro de los mismos una rosa. En las partes medias laterales dos llamas estilizadas, seguramente como símbolos del fuego místico. La masa triangular de la serpiente enroscada y las plumas representadas como largas lenguas superpuestas, se pueden apreciar en dos trabajos gráficos hechos por Rivera justamente en 1926”.

Señalando también en su libro: “Diego Rivera. Luces y sombras”, que fue considerado “fundador de primera clase” de la Gran Logia Quetzalcóatl, asociación inspirada en los antiguos conocimientos de Egipto, y que fue creada en 1926. Incursión en la misma época en que dirigía la revista El Libertador, editada por el Comité Organizador de la Liga Antiimperialista de las Américas.

Su ingreso a la Hermandad Rosacruz Quetzalcóatl, según apuntó en un cuestionario de reingreso al Partido Comunista en 1954 (*), obedeció al hecho de investigar “los métodos de penetración del imperialismo yanqui en México por el canal de las llamadas sociedades secretas (**)”. Pues el PC no permitía en sus filas a miembros masones.

Y en ese mismo cuestionario también señaló lo siguiente: “Por mi parte […], nunca fui miembro de la masonería, ya que la Rosa-Cruz no es una rama de la masonería, sino una asociación que se dice filosófica, mística, esencialmente, materialista, que sólo admite diferentes estados de la energo-materia y se basa en los antiguos conocimientos ocultos de Egipto, de Amenotep IV y Nefertiti”.

(*) Documento que elaboró Diego Rivera por indicación de la Comisión de Control del Partido Comunista de México en respuesta a las preguntas formuladas por ésta, 17 de mayo de 1954, Archivo Fundación Diego Rivera. Misma versión de este documento que también se encuentra publicada en Diego Rivera, Arte y política; selección, prólogo, notas y datos biográficos de Raquel Tibol, México, Grijalbo, 1979, pp. 347-355.


Fotografía en la que Rivera aparece disfrazado de egipcio entre un grupo de correligionarios en la sede de la Sociedad Rosacruz Quetzalcóatl en la ciudad de México, mismo sitio para el que pintó el emblema de la sociedad. (temple sobre tela, 101 x 122 cm). Centro Cultural Rosacruz, Antigua y Mística Orden Rosa Cruz (AMORC), Quetzalcóatl, A. C.

(**) Sociedades secretas.

Por lo general los estudiosos y escritores sobre el tema del esoterismo coinciden en que es una mezcla de alquimia, astrología y magia; palabra que proviene del griego έσώτερος: “secreto, desde dentro, interior”. De esta manera se refiere al conjunto de conocimientos, enseñanzas, tradiciones, doctrinas, técnicas, prácticas o ritos de una corriente religiosa y/o filosófica, que son secretos, incomprensibles o de difícil acceso, y que únicamente se transmiten a una minoría selecta denominada iniciados.
 
De esta manera las organizaciones conocidas como masónicas o rosacruces, históricamente se remontan desde la antigüedad egipcia, y posteriormente, de la corriente neoplatónica muy en boga en el Renacimiento italiano.