El hombre liberado y liberador

El hombre liberado y liberador

Este tablero está relacionado con el anterior (número 11), en razón de que estas fuerzas subterráneas, «espíritus», representados en la forma de mujer; al llegar a la superficie, se transforman en un hombre. Transmutación de lo femenino a lo masculino, y por ende, de la obscuridad a la luz, de la inconciencia a la conciencia. La dualidad de la vida, que de acuerdo a las teorías orientales, vendría a ser lo que es el Yin y el Yang.

Este hombre es quien está recibiendo la energía de dichas fuerzas subterráneas, para beneficio de la humanidad. Hombre joven cuyo cuerpo desnudo se yergue entre llamas prometeicas, como una representación del nuevo hombre, del hombre liberado y liberador.

Este tablero que se relaciona también con el que se localiza al frente de él (Tablero 7), porque en el proceso de cambio social que se está gestando, el campesino ha pasado de la obscuridad a la luz, al cobrar conciencia de su situación de explotación y miseria. Toda esa fuerza social que se encuentra latente, «bajo la superficie», está a punto de hacer erupción con toda la fuerza telúrica, el estallido de la Revolución.

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