El Sindicato
Cuando Rivera se encuentra pintando su mural «La Creación» consigue de Vasconcelos permiso para que algunos de los ayudantes, a los que llamarían los “dieguitos” empiecen a pintar sus propios murales. Al mismo tiempo que también se incorporaba al grupo David Alfaro Siqueiros que desde 1919 se encontraba en Europa, convirtiéndose en el octavo maestro de dibujo contratado con un salario de $3.30 diario.
Este mural (4.20 m x 7.80 m) de Jean Charlotte fue pintado entre octubre de 1922 y enero de 1923. De gran valor histórico por ser el primer fresco desde el periodo colonial y por ser el primer mural terminado del grupo de los «dieguitos» .
Durante el día ayudaba a Rivera con su mural La Creación y posteriormente continuaba con mi propio mural. «Al pintar mi primer fresco me sentía sumamente feliz» (Charlot, 8 de marzo, 1972).
(*) Louis Henri Jean Charlot (París, 1898- Hawai, 1979). Llegó a México en 1921 después de haber participado en la 1ra. Guerra Mundial como oficial del ejercito.
Época en el que se presenta un nuevo elemento que vincularía aún más a los pintores en la participación política, pues en la ciudad de México se estaban dando los grandes movimientos sindicalistas sustentados en las garantías del artículo 123 de la Constitución, por lo que ellos también deciden formar un sindicato. Ya que de hecho Rivera se había ligado desde los primeros meses de 1922 a un grupo de intelectuales encabezado por Vicente Lombardo Toledano, quien era el director de la Escuela Nacional Preparatoria (enero 1922 – agosto 1923) y había ganado una gran notoriedad en la burocracia de la CROM, y que en la década siguiente fundaría y sería el 1er. Secretario de la poderosa Confederación de Trabajadores de México (CTM).
Por lo que ante todo este contexto de acontecimientos, entre los últimos días de noviembre y finales de diciembre de 1922 en la casa de Diego Rivera (a unas cuantas calles de la ENP) germinan su proyecto de Sindicato. Siendo entonces sus fundadores los nueve muralistas con contratos en la preparatoria: Diego, Siqueiros, Charlotte, Revueltas, Alva de la Canal, García Calero, Carlos Mérida, Xavier Guerrero y Fernando Leal y algunos de sus otros ayudantes (Máximo Pacheco y Roberto Reyes). Y de último lo sería José Clemente Orozco que volvía de E.U.
(Teziutlán, Puebla; 16 de julio de 1894 – Ciudad de México, 16 de noviembre de 1968) En el ámbito académico, fue director de la ENP y fundador de la Universidad Obrera de México. En dos ocasiones fue legislador de la Federación y llegó a fungir como gobernador del Estado de Puebla. En 1948 fundó el Partido Popular que a partir de 1960 se convertiría en el Partido Popular Socialista (PPS).
Y en dicha reunión constitutiva se acordó nombrar a la organización Unión Revolucionaria de Obreros Técnicos Pintores Escultores y Gremios Similares, aunque más tarde, decidieron el de Sindicatos Obreros Técnicos Pintores y Escultores con el que firmarían todos sus documentos; y aunque esta naciente organización produjo una declaración de principios, nunca se publicó.
Pero por los testimonios de Siqueiros, Charlotte, Orozco y Rivera se puede obtener una buena aproximación a las ideas centrales del texto que iba mucho más allá de una propuesta gremial:
Se definen antiimperialistas y revolucionarios, se adhieren a la tercera internacional, declaran la abolición del capitalismo y la dictadura del proletariado; e introducen rápidamente la esencia del sindicato que es la producción colectiva artesanal: la brocha – “somos obreros de la brocha”- el nacionalismo como propuesta, la utilidad de los cuadros para que la gente los vea, la prioridad del mural ante el caballete (que es fundamental), el trabajo colectivo, la destrucción del egocentrismo, dicen en el documento, y reemplazándolo por el trabajo disciplinado del grupo.
– Paco Ignacio Taibo II –
Una de las primeras tareas del sindicato fue entrevistarse con Vasconcelos para que le diera un muro a José Clemente Orozco, pero el ministro al que no le gustaban las caricaturas del pintor jalisciense y sus dibujos del mundo marginal, se negó enérgicamente. Por lo que Orozco al enterarse, y con toda razón, reaccionó diciendo:
«…Ya les había dicho que el sindicato era una pendejada«
Conflicto que a su vez iba escalando a raíz de que muchos alumnos de tradición conservadora, se estaban volviendo cada vez más agresivos hacia los pintores y sus temáticas plasmadas; hasta que la suspensión del pago al pintor Fermín Revueltas detona una situación crítica cuando el artista cierra la preparatoria a punta de pistola hasta que se le finiquite cada centavo de sus salarios. Por lo que finalmente Vasconcelos accede a pagarle y darle muros a Orozco.
Para estas fechas Rivera ya se ha radicalizado ideológicamente e ingresó al Partido Comunista Mexicano (PCM) el 23 de abril de 1923 (suscrito con la credencial número 992).
Y en el momento más débil del partido, el 17 de abril de 1924 el sindicato se vuelca para hacerle su periódico que en esos momentos no tiene más de 200 o 300 miembros en todo el país de los cuales 15 son miembros de este sindicato, y al cual le darían el nombre de El Machete.
El Machete
El encabezado confirmaba el tono y la orientación del periódico, en la primera página aparecía el grabado rojo brillante de una mano empuñando un machete y debajo del encabezado un poema de Graciela Amador (esposa de Siqueiroz) declaraba:
“El Machete sirve para cortar caña, para abrir las veredas en los bosques umbríos, decapitar culebras, tronchar toda cizaña, y humillar la soberbia de los impíos ricos”.
Periódico de izquierda que se empezó a publicar en marzo de 1924 como órgano del Sindicato de Obreros Técnicos, Pintores, Escultores y Grabadores Revolucionarios de México, entre cuyos miembros se encontraban Xavier Guerrero, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y otros más; que para 1925 pasa a ser órgano oficial del Partido Comunista Mexicano.
En 1980 se publicó una nueva edición de esta revista dirigida por Roger Bartra, de la que aparecieron quince números. Hay una edición facsimilar de esta edición publicada por el Fondo de Cultura Económica. En la actualidad se puede se puede hallar en su sitio web: www.elmachete.mx
“Escribimos los artículos, dibujamos las ilustraciones, grabamos la madera, imprimimos y doblamos el periódico, lo entregamos y pagamos el costo. El gobierno estaba contra nosotros y trabajamos en secreto a las 4 la mañana, las luces callejeras se extinguían y queda un breve tiempo antes del amanecer, entonces actuabamos siqueiros y yo cargados con los papeles, broches y un bote de cemento» (porque el periódico muchas veces se pegaba en los muros de las casas).
-Xavier Guerrero-
Y cuando José Clemente Orozco se quedó sin paredes en que pintar, aceptó trabajar para el periódico, transportando literalmente todo su estilo y los temas de sus murales a sus páginas. Sus frecuentes contribuciones son sorprendentes, no sólo por la continuidad con sus murales previos en la Escuela Nacional Preparatoria, sino también por su calidad.
A diferencia de Guerrero, Rivera y Siqueiros, Orozco nunca se unió al Partido Comunista, aunque en ese corto periodo de tiempo estuvo más cerca que nunca, a través de toda su simbolgía y cosmovisión.
Y a pesar del alto contenido crítico en la mayoría de los artículos, los dibujos de Orozco eran los únicos ataques visuales directos contra Obregón y Calles durante todo 1924; pues dichas imágenes fueron las que más molestaron a los oficiales del gobierno.
Por lo que Xavier Guerrero recuerda: “yo fui destituido de mi puesto en el Ministerio de Agricultura debido a un dibujo que hizo Orozco del presidente Obregón, con la cara redonda y la nariz de un marrano, asociándose con el Tío Sam y la Iglesia” .
El Rompimiento
A raíz del asesinato por la CROM del senador oposicionista Fidel Jurado, Vasconcelos presentó su renuncia al gobierno; y aunque Obregón no se la aceptó, su posición se vio muy debilitada, lo que aprovecharon los estudiantes conservadores de la preparatoria para seguir hostigando a los pintores. Hasta que en los primeros meses de 1924 (enero-febrero) los choques se multiplicaron y fueron dirigidos principalmente contra Orozco y Siqueiros, quien señalaría lo siguiente:
«…Tan grave fue la situación que los pintores tuvimos que defendernos a balazos de los disparos que con frecuencia lanzaban los estudiantes, sin duda alguna más contra nuestras obras que contra nosotros mismos […] hasta que tuvieron que intervenir los soldados».
Pero el 24 de junio los estudiantes volvieron de nueva cuenta a mutilar los frescos con mas violencia; así el mural de Orozco «El rico arrasa la cara del pobre» quedó absolutamente destruido, al igual que «Monarquía y democracia» de Siqueiros, además de que los pintores fueron arrojados a la calle.
Radicalizados los estudiantes entonces se declaran en huelga, por lo que al día siguiente Vasconcelos no tuvo otro remedio que suspender toda la producción muralista. Provocando que el sindicato respondiera violentamente el 2 de julio, advirtiendo a los estudiantes y a los profesores reaccionarios que el asunto sería de «ojo por ojo y diente por diente».
Hechos que entonces dieron lugar a que el 3 de julio Vasconcelos presentara su renuncia definitiva; pues había tomado la decisión de hacer campaña para contender por la gubernatura de Oaxaca; por lo que entonces los pintores al día siguiente le manifestaron su agradecimiento por todo el apoyo recibido, debido a la gran oportunidad de poder trabajar en sus pinturas murales.
Y ellos por su parte, reunidos en sesión, propusieron que se respondiera a las agresiones con el boicot a los murales de la SEP, en los que en esos momentos trabajaba Rivera (ayudado por Guerrero) quien se declaró en contra, pues según él, había que seguir pintando si se podía. Pero el sindicato finalmente votó por el boicot, negándose entonces Rivera a acatarlo, lo que fue la razón de su expulsión. Era la ruptura.
Y a pesar de la interrupción de sus contratos (el 23 de Julio el gobierno le cancela todos los contratos que tenía pendientes con la SEP) en ese lugar y de sus contratos futuros para pintar en palacio nacional Rivera siguió pintando (por esos días realizó el mural afilando el machete). El 3 de septiembre uno de los murales de rivera fue dañado y el sindicato protestó, aunque hizo público que definitivamente Rivera había dejado ser parte de su director. Estaba completamente desilusionado y sentía el final de la experiencia como una derrota.
Ahora el nuevo ministro de educación había anunciado textual que lo primero que iba a hacer como ministro era borrar estos «horribles monos de Rivera».
En abril de 1925 cuando el PCM se reunió en su tercer congreso, las actas dejaron constancia de la desaparición del sindicato de pintores y escultores la experiencia había durado 32 meses.
De 1923 a 1924, Orozco pintó murales alegóricos de la masonería como Cristo destruyendo su Cruz, Tzontémoc y Maternidad, donde representaba la lucha del hombre por abrirse nuevos caminos, así como su renacimiento espiritual.
En julio de 1924, en pleno ascenso del callismo, Vasconcelos renunció a la SEP, por lo que los muralistas que aún trabajaban en San Ildefonso —Orozco y Siqueiros— se vieron obligados a renunciar, impugnados también por una desafiante opinión pública representada por los sectores conservadores de profesores y estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria.
Luego de su expulsión, Orozco consiguió volver a San Ildefonso en 1926 para continuar la tarea: destruyó la mayoría de las alegorías masónicas para sustituirlas por temas ligados a la Revolución como La Trinchera, La huelga, La destrucción del viejo orden y Trinidad revolucionaria. De esta manera la obra de Orozco en San Ildefonso es el resultado de una historia de correcciones, destrucciones y reelaboraciones.