La organización del movimiento
Este tablero, junto con los dos siguientes de este muro poniente (No. 16 y No. 20, serie «naranja»), conforman la Trilogía de la Revolución.
El hombre de camisa roja, en su misión de propagandista, explica a sus hermanos de clase la necesidad de reconquistar la tierra que les pertenece; al mismo tiempo que está dejando caer, simbólicamente, las semillas
de las ideas de la Justicia y de la Revolución.
Con su dedo índice señala hacia el morral y hacia la tierra, significando con ello, que la semilla ya está sembrada; a la vez que con su mano izquierda, está indicando la necesidad de actuar, de pasar a la acción.
Todos los presentes le escuchan atentamente, mientras que un campesino se concentra en la lectura de un volante, indicando con ello que la prédica revolucionaria, para que sea eficaz, ha de hacerse de manera oral y escrita. En esta escena también aparece un obrero (sombrero de fieltro, overol y botas), apuntando con ello a la necesaria alianza obrero-campesina.
En lo alto del tablero y como fondo, se observan dos plantitas, indicando con ello que así germinarán
las ideas de la Revolución. Pequeñas plantas o plántulas que aparecen con esta misma idea de iniciación o de surgimiento de algo nuevo y luminoso, en la secuencia de esta obra del maestro Rivera.