Testimonios

De acuerdo con la cronología de la pintura mural de Diego Rivera, los frescos de la Escuela Nacional de Agricultura, ENA ocupan el tercer lugar, ya que el primero corresponde a la decoración del Anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria (1922) y el segundo a los numerosos murales de la Secretaría de Educación Pública, SEP (1923-1928).

Pero en rigor, en este segundo lugar, deben considerarse tanto los de la SEP como los de la ENA; ya que cuando a solicitud de Ramón P. Denegri (1887-1955), Secretario de Agricultura en el gobierno del presidente Álvaro Obregón, y de Marte R. Gómez, director de la ENA, firmara el primer contrato para decorar el zaguán y el cubo de la escalera del edificio principal (al igual que el salón de actos en la segunda mitad de 1923) Diego seguiría continuando su obra en la SEP.

De esta manera es como al sumarse a este nuevo proyecto, comenzó a dividir su tiempo de labor entre la SEP y la ENA, sin dejar de dedicar unas horas diarias a la militancia partidaria (Partido Comunista) la cual incluía redacción de escritos, preparación de conferencias, participación en reuniones internas, actos públicos y batallas periodísticas. Sobrecarga de compromisos habría de durar de 1923 a 1927.


Ramón P. De Negri

(Hermosillo, Sonora; 27 de agosto de 1887-Ciudad de México, 20 de octubre de 1955) fue un político y diplomático mexicano.

Fungió como Secretario de Industria, Comercio y Trabajo durante el gobierno de Emilio Portes Gil, del 1 de enero de 1929 al 5 de febrero de 1930. Y como Secretario de Agricultura y Fomento del 22 de abril de 1922 al 30 de noviembre de 1924 durante la presidencia de Álvaro Obregón.


El siguiente testimonio que presentamos es el que apareció en unos apuntes de Marte R. Gómez (que conserva su hijo Marte Gómez Leal), el ingeniero recordó lo siguiente:

Denegri decidió invitar a Rivera a decorar la ENA convencido de que el contenido social de sus pinturas representaría un mensaje que las nuevas generaciones de agrónomos debían recibir al mismo tiempo que las enseñanzas teóricas: La amistad personal que mediaba entre los ministros Denegri y Vasconcelos, facilitó el arreglo mediante el cual Diego Rivera fue a Chapingo tres veces por semana, sin perjuicio de que siguiera montando los andamios de la Secretaria de Educación Pública los otros tres días. Diego cumplió su promesa de que el rendimiento de su trabajo no disminuiría y aun se excedió. Hubo vez en que, después de trabajar en el vestíbulo del viejo casco de Chapingo por horas y horas -dieciocho o veinte consecutivas-, se desplomaría desmayado y hubiera necesidad de prodigarle atención médica. En la fiebre de la creación solía permanecer sobre el andamio sin descender como no fuera para satisfacer necesidades imperiosas, entre las que él no contaba, por cierto, la de comer.

Iniciado el traslado de la Escuela en enero de 1924, me instalé ahí de manera permanente, poniendo un catre de campaña en el llamado tinacal. Diego Rivera nos dedicó más tiempo, haciéndome compañía en otro catre de campana que colocó al lado del mío y que crujía cuando dejaba caer en él su robusta humanidad. Entonces tuve oportunidad de hilvanar con las charlas interminables en las que centelleaba su ingenio, y de seguir de cerca la técnica, todavía imprecisa, que en sus comienzos usara y que después, adquirida la maestría genial que a fuerza de estudio y de ejercicio atesoró, simplificó asombrosamente. Se puede decir que, en la ENA, como en la SEP, Rivera afiló sus armas. Ensayó formas de limpiar la arena y de apagar cerniéndola y dejándola reposar-la cal que empleó para preparar sus muros. Aunque trabajaba hasta tarde en la noche, a las tres o cuatro de la madrugada llegaba su fiel maestro albañil Juan Rojano a despertarlo para informarle que algún tramo de muro ya preparado tenía el grado de humedad requerido. Diego se incorporaba al instante y regresaba a la tarea.


Ing. Marte Rodolfo Gómez Segura.

(Reynosa, Tamaulipas; 4 de julio de 1896 – Ciudad de México, 16 de diciembre de 1973)​ fue un agrónomo, político y diplomático mexicano, miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Ocupó los cargos de secretario de Agricultura, de Hacienda y gobernador de Tamaulipas.

En 1917 obtuvo el título de Ingeniero Agrónomo e Hidráulico por la ENA de la que llegó a ser director (1923-1924), tiempo en que invitó a Diego Rivera a hacer una serie de pinturas murales en el Edificio Principal.

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Y apuntaría después el mismo Marte R. Gómez:

Los primeros frescos de Chapingo los pintó Rivera cobrando un sueldo de veinte pesos diarios. Semejante ingreso sería desdeñado hoy por los pintores de olla que decoran tendajones y pulquerías. Pero a pesar de todo esto, Rivera se había comprometido a terminar los murales del edificio principal a tiempo para que el presidente Obregón pudiera inaugurarlo el 1 de mayo de 1924, y cumplió.

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Y como un segundo testimonio es el que plasmaría Jesús Silva Herzog (I892-1985) referente a la primera etapa en Chapingo:

» Lo conocí personalmente a Diego Rivera en los comienzos de 1924, Cuando el y yo íbamos cada tercer día a la Escuela Nacional de Agricultura que acababa de ser trasladada a la Hacienda de Chapingo. Diego iba a pintar y yo a dar un curso de economía política y sociología a los alumnos del cuarto año. El viaje lo hacíamos en el f errocarril de México a Puebla. Durante el trayecto frecuentemente conversábamos con él Gilberto Loyo [190r-1973] Y yo, discutiendo en ocasiones sobre los más variados temas: arte, historia, problemas sociales, filosofía, etcétera. En ese año de 1924 Diego inició la hermosa y descomunal tarea de pintar la capilla anexa al edificio principal de la antigua Hacienda. Muy a menudo el gran pintor comenzaba a trabajar a las nueve de la mañana y no se bajaba de los andamios, ni dejaba colores ni pinceles durante todo el día y toda la noche, hasta la mañana siguiente. En cierta ocasión, de seguro por falta de alimento y el enorme desgaste de energía, se cayó de una escalera, afortunadamente sin graves consecuencias».


Jesús Silva Herzog (San Luis Potosí, San Luis Potosí, 19 de febrero de 1893 – Ciudad de México, 13 de marzo de 1985) fue economista, periodista, escritor mexicano, destacado historiador y ensayista, que presidió el comité del tema petrolero que condujo a la nacionalización del petróleo en México durante el gobierno de Lázaro Cárdenas; siendo también uno de los principales teóricos del desarrollo económico y teoría del desarrollo basado en la sustitución de importaciones.
Prestigiado catedrático e investigador de la Escuela Nacional de Economía hasta sus últimos años, además de haber sido maestro en la Escuela Normal Primaria para profesores, en la Escuela Nacional de Maestros, en la Escuela de Verano (hoy Centro de Enseñanza para Extranjeros de la UNAM) y en la Escuela Nacional de Agricultura la ENA.

Ing. Marte R. Gómez con su amigo Diego Rivera, de quien fue un claro mecenas.



Marte R. Gómez.

Fue un gran teórico del agrarismo y uno de los primeros luchadores por el reparto de la tierra a los campesinos, participando en estos esfuerzos primeramente al lado de Emiliano Zapata y posteriormente de Salvador Alvarado en Yucatán.
 
Destacó en el mundo de la política, tanto a nivel nacional como internacional, carrera política que fue auspiciada, en parte, por su estrecha alianza con Emilio Portes Gil presidente de México (1928-1930), quien lo designó Secretario de Agricultura y Fomento, cargo que volvería a ocupar entre 1940 y 1946 en el gobierno de Manuel Ávila Camacho. De 1933 a 1934 fue secretario de Hacienda. Fue diputado federal de 1927 a 1930 y senador por Tamaulipas de 1930 a 1934. Y posteriormente Embajador de México ante la Sociedad de Naciones de 1935 a 1936, ya que en 1937 resultó elegido Gobernador de Tamaulipas, cargo que ocuparía hasta 1940 en que es designado Secretario de Agricultura.
 
Además fue miembro del Comité Olímpico Internacional y Presidente Emérito del Comité Olímpico Mexicano, apoyó decididamente el otorgamiento a México de los Juegos Olímpicos de 1968 y siempre fue un gran impulsor de las artes, particularmente de la pintura, también se distinguió como escritor, publicando 46 obras. Falleció en 1973 y fue sepultado en la Rotonda de los Tamaulipecos Ilustres. El Estadio Olímpico Marte R. Gómez en Ciudad Victoria, Tamaulipas lleva su nombre en reconocimiento a su impulso al deporte nacional.
 
Coleccionista
 
En la década de los veinte mantuvo una relación estrecha con varios artistas mexicanos lo que lo llevó a impulsar la Escuela Mexicana de Pintura. Acercamiento que lo llevaría a interesarse por la colección de obra generada por aquellos jóvenes pintores. Su interés por la pintura, lo llevó a tener una colección de cerca de 14 obras de aceite sobre tela con acuarelas y 150 dibujos, algunas de su gran amigo Diego Rivera.
 
«En el catálogo Colección Marte R. Gómez. Obras de Diego Rivera 1886-1957” se consigna que el primer cuadro que Marte R. Gómez adquirió de Diego Rivera, fue La Bañista de Tehuantepec, 1923.
 
Entre sus documentos, textos, hemerografía y fotos se pueden consultar en el Fondo Documental Marte R. Gómez. El Museo Soumaya posee 34 autorretratos de 40 que fueron regalados por varios artistas e honor a los cincuenta años del coleccionista y mecenas.



Escuela Mexicana de Pintura.

La Escuela Mexicana de Pintura se refiere a una etapa específica de la producción plástica de los artistas nacionales y extranjeros que trabajaron en el país desde 1921 hasta finales de la primera mitad del siglo XX. En un sentido amplio incluye al muralismo; no obstante, los miembros que la integran produjeron obras en caballete y mural con un sentido nacionalista para representar al nuevo país saliente del periódo revolucionario. Participando muchos de ellos en las misiones culturales implementadas por José Vasconcelos que con el pasar de los años se integraron en asociaciones político-artísticas. 

Escuela que emergió con una función social redentora: hacer del artista la voz del pueblo, donde el muralismo asumiría la tarea pedagógica de reflejar el credo humanista y la épica de la Revolución.


La Bañista

El martes 21 de noviembre del 2023 en el homenaje a Marte R. Gómez que se le tributó en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, para conmemorar el 50 aniversario de su fallecimiento, que se cumpliría el 16 de diciembre, y al cual concurrió su hijo Marte Gómez Leal, quien leyó unas palabras de su padre, dichas en 1946 frente a los pintores mexicanos que le ofrecieron un festejo cuando terminaba el sexenio de Manuel Ávila Camacho, del cual fue parte:

“…declaro ante ustedes que si lleno en la vida el único compromiso personal al que me siento genuinamente ligado, el educar a mis hijos, lo mejor de mi colección, lo que más dignamente los representa, lo mejor de ustedes y para honra de ustedes y para honra mía, será del pueblo de México”.

En ese mismo homenaje en Bellas Artes, su hijo también comentó que el primer óleo comprado por su padre costó entonces 300 pesos y hoy vale cerca de 10 millones de dólares:

“si lo vendiera la familia, hoy seríamos ricos. Pero esa obra, y toda su colección pertenece al pueblo de México. Nuestra herencia es y será siempre la educación que nos dio nuestro padre”.